CONFERENCIA

Mirar el envejecimiento de manera positiva permite vivir con plenitud

Envejecer positivamente “Es el proceso de optimización de las oportunidades hacia un estilo de vida saludable, participación familiar y social y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”. Parte del secreto del envejecer positivamente radica en la juventud interior y en la actitud personal. Envejecer no es lo mismo que estar viejo, una persona se puede sentir viejo a los 60 años y otra joven a los 80.

El término “positivo” se refiere a la participación continua de los adultos mayores, de su grupo familiar y de sus cuidadores, en los aspectos sociales, económicos, culturales, espirituales, de estilos de vida  y de forma individual y/o colectiva y no solamente a la capacidad para estar físicamente en lo laboral, en lo recreativo o social.

En el plano operativo, dicho concepto se refiere al empoderamiento de los adultos mayores en los aspectos biológicos, psicológicos y sociales en los que están inmersos, considerando cambios inherentes a la edad, riesgos ambientales y psicosociales, así como las medidas preventivas que se pueden aplicar.  También es de suma importancia los cambios familiares, sociales y gubernamentales frente al concepto que tenemos del adulto mayor, si visibilizamos a nuestros ancianos, les pedimos su opinión para la solución de problemas, les procuramos optimismo y que se sientan felices de ser viejos sin tener la sensación que son un peso o una carga para la familia o la sociedad. “el calor de nuestro corazón impide que nuestro cuerpo se oxide”.

Envejecer no es una edad dorada ni es una debacle, es una etapa tan rica y digna de ser vivida como la niñez, la juventud y la adultez, apasionante de vivir con sus alegrías y sus dificultades,  el envejecimiento positivo nos ayuda a mirar estos problemas de frente y saber anticiparnos a ellos.

Envejecer comporta numerosos duelos, pero también nos permite experimentar un importante crecimiento interior, experiencia, sabiduría y riqueza espiritual. El objetivo de esta etapa de la vida no debe ser buscar el éxito y el reconocimiento exterior, sino que la satisfacción viene cuando se  madura interiormente, se ve, se siente y se ama de otra manera.